Vortex

Inv.: Jon López

El argentino-francés Gaspar Noé comienza con una dedicatoria ‘a todos aquellos cuyos cerebros se descomponen antes que sus corazones’ y nos presenta una historia de dos ancianos que viven en París y están enfermos, él tiene una dolencia del corazón y ella Alzheimer. Ambos vivieron activamente el mayo del 68 y desarrollaron durante su vida profesiones interesantes, pero la vejez es inexorable. El tema nos recuerda, sin duda, a “Amour” (2012) de Haneke, pero se trata de una visión personal del autor sobre la vejez inspirada en la muerte de su madre. Emplea un ritmo pausado que genera tensión en el espectador y, en momentos, tiene un carácter casi documental.

Presenta toques diferentes a nivel formal, el más llamativo que la pantalla se presenta dividida en dos partes ya utilizado en su anterior “Lux AEterna” (2019), y en cada una de ellas se sigue a uno de sus protagonistas.

Siempre con un punto de esperanza. Tras su pase por Cannes 2021 se mencionó ‘Es sincera, personal e inesperadamente bonita’.