Tartufo

La adaptación del Tartufo de Molière filmada por Murnau sigue la fórmula del cine dentro de un cine: el ama de llaves de un anciano logra convencerlo de dejarle toda su fortuna y despojar a su nieto; este último se hace pasar por proyeccionista itinerante, con lo que logra mostrar a su abuelo precisamente el filme Tartufo.

Filme de cámara, íntimo, con pocos personajes y, sin duda, narrativamente menos complejo que sus obras más conocidas, constituye sin embargo una notable muestra de su talento como director de actores y su genio en el uso del primer plano. Director y guionista logran traducir admirablemente el humor en alejandrinos de Molière a imágenes, gags visuales, humor físico y otros recursos.