Film socialisme

La Historia del Cine debe a Godard demasiadas aportaciones, nunca bien valoradas: el cine de ensayo; el montaje dialéctico; la multirreferencialidad de medios audiovisuales (35 mm, 16, video, imagen digital, imagen de TV, de teléfono móvil); la intratextualidad (literal, la introducción de texto en las imágenes); la deconstrucción total de la imagen; la fe en la utopía (todavía); la convicción de que el cine sigue siendo un medio para transmitir un discurso, o un medio para ejercer el compromiso social (vide Film socialisme).

Bastaría una sola para seguir adorando al más original de los cineastas de los últimos (ya más de) 50 años: si él no existiera, el cinematógrafo habría quedado reducido a un tercio de las posibilidades expresivas de un medio narrativo: la falsa ficción de evasión; no quedaría ya espacio ni para el ensayo ni para la poesía en las imágenes. Si Godard no existiera, el cine, como nos gusta a los cinéfilos, tal vez ya habría muerto.