El manuscrito encontrado en Zaragoza

Compañero de generación de Andrzej Wajda (Danton, Cenizas y Diamantes, El hombre de Mármol), la obra de Wojciech J. Has (1925-2000) se centró en el cine documental de divulgación científica. No obstante, en 1965, Has emprendió la tarea de llevar a la pantalla la sorprendente novela gótica “El manuscrito encontrado en Zaragoza” escrita entre 1797 y 1805. Esta delirante obra del conde Jan Potocki (1761-1815), especie de Decameron polaco, narra las extraordinarias peripecias del noble caballero Alphonse Van Worden en su camino a Madrid, cruzando una quijotesca visión de la península y teniendo innumerables encuentros con toda clase de excéntricos personajes: en historias dentro de otras historias, a modo de cajas chinas, que llevan el relato siempre en espiral, una sucesión circular de aventuras desarrolladas bajo la influencia de un cabalista y un matemático bajo un extraño y fantástico rigor mágico y surrealista .

El filme es protagonizado por el actor Zbigniew Cybulski –que ya se había dado profusamente a conocer con “Cenizas y diamantes” de Wajda (1958)– y toma la primera parte del texto de Potocki. El filme ha inspirado a creadores tan variados como Terry Gilliam (”Las aventuras del Barón Munchausen” sería una de sus muestras) o Martin Scorsese. Pero sobre quien ejerció más fascinación la película fue sobre Luis Buñuel, hasta el punto de que la consideraba una de sus obras favoritas, quien en su autobiografía titulada “Mi último suspiro” (1977) escribió: “Me encanta 'El manuscrito encontrado en Zaragoza', ambas, la novela de Potocki y la película de Has”. La influencia de este filme en la obra de Buñuel se detecta principalmente en “El discreto encanto de la burguesía” (1972) y “El fantasma de la libertad” (1974), obras maestras del cineasta aragonés.