El caballo de Turín
Oso de Plata (Gran Premio del Jurado) y premio Fipresci en la Berlinale 2011
Heredero de la puesta en escena propia de autores como Dreyer o Tarkovski, basada en la sucesión de largos planos secuencia, el cineasta húngaro Béla Tarr ha creado un universo propio, plagado de simbolismo, en el que extrema algunas de las propuestas formales de sus antecesores. Partiendo de la anécdota histórica de Nietzsche abrazado a un caballo maltratado por un cochero por negarse a tirar del carruaje, “El caballo de Turín” se convierte en una experiencia estética y visual de altísimo nivel, con planos que parecen la pintura de un virtuoso artista. Un canto a la imagen, al silencio... Una película preciosa pero extraña, que transmite angustia, soledad y desolación siguiendo en seis jornadas a dos seres, el anciano cochero y su hija, en su llegar a su alejada cabaña, encerrarse en ella, comer patatas, inmóviles por extensos ratos. Extrema, áspera e inclasificable obra maestra que perdurará en el tiempo como las más grandes obras hacen.
SESIÓN 2102 - 22/5/2012
EL CABALLO DE TURÍN · Hungría ∙ 2011 ∙ 146 min
Dir.: Béla Tarr y Ágnes Hranitzky ∙ G.: Lázsló Krasznahorkai ∙ Fot.: Fred Kelemen ∙ M.: Mihály Vig ∙ Prd.: Gábor Téni ∙ Int.: Erika Bók, János Derzsi, Mihály Kormos