ZINEMALDIA 70
ZINEMALDIA 70
Egia, Egia da! (Porrontxoak)
SSIFF 70 (2022/09/16-24)
Año tras año, en paralelo (y al margen del Zinemaldia), el barrio de Egia (junto a Tabakalera) no se resigna a dar carpetazo al verano y por eso, Porrontxoak (como Por narices) reivindican el ‘seguimos de fiesta’ (y ya son 41 años). Con este ambiente nos sumergimos por unos días en el Zinemaldia 70 (1953-2022), ‘vidas paralelas con el Fas’, un nuevo e intenso fin de semana.
Este año inicio con un aplauso enorme a la organización (aquello de madrugar para sacar las entradas era anodino [anormal], y se ha corregido, eskerrik asko!). Sin embargo el tirón de orejas va dedicado a espectador@s, que han apurado la llegada a la butaca incomprensiblemente (en fin: 10’ o 12’ de retraso el inicio las sesiones [y esto en un festi que vas al cronómetro es una …]). Dicho lo cual…y pelillos a la mar, vayamos al cine ‘de cine’.
En multitud de ocasiones hemos oído a director@s y crític@s la frase, yo se la asigno al amigo Javier Tolentino, aquello de ‘Tras la peli, las opiniones diversas en debate: enriquecen al film’. O esa otra que atribuyo a nuestra querida Iratxe Fresneda: ‘La peli no acaba con los créditos finales [FIN-THE END], sino que cada espectador@ la complementa. Vuela un poco libre y cada cual interpreta’. Este es pues el ejercicio que vamos a realizar en estas líneas.
Pero antes de comenzar, mencionar algo curioso. Tras ver a Isaki (Cat) trasladarse a Francia, Cristian (Rum) se va a Alemania (y vuelve), o Cyril Schäublin (Sui) nos lleva a un cantón suizo multilingüe del siglo XIX. También Ulrich (Aus) cruza la frontera rumana, Petr Václav (Che) camina por Italia o Dinara Drukarova (Rus) nos acerca a una inhóspita Islandia, así como Manuel Abramovich (Argentina) nos ubica en México. Como cantaba el poeta ‘pasar haciendo camino…’ en perpetuo movimiento y oyendo múltiples idiomas. ¡Diversidad!
Arrancamos la crónica por ‘la tierra’, lo más cercano…
Zinemira (Sección: 7 cortos + 7 largos)
1/ KIMUAK 2022
Desde su creación (1998) el cineclub fas viene siguiendo y apoyando este proyecto (cantera de realizador@s) que sigue y sigue cultivando. Es placer contemplar estas miniaturas cinematográficas.
· Hemen bizi da maitasuna. Ainhoa Olaso · Enara Garcia. 15’ Fic.
· Irrits. Maider Oleaga. 15’ Fic.
· Lanbroa. Aitzol Saratxaga. 21’ Fic.
· Contadores. Irati Gorostidi. 19’ Doc.
· Cuerdas. Esti Urresola. 30’ Doc.
· Fe. Maider Fernandez. 24’ Doc.
· Hirugarren koadernoa. Lur Olaizola. 21’ Doc*
7 historias y sus intra-historias, que no han de dejarte impasible.
Zinemira
2/ Karpeta urdinak (Carpetas azules), Ander Iriarte. Euskal Herria (Esp-Fra), 2022, 113’
Ander Iriarte (Oiartzun. 1986). Documental didáctico y necesario, con una estructura muy ordenada. Paso a paso sobre el trabajo de la memoria (1960-2014). Mil informes, pelis y reportajes hay sobre la violencia terrorista de ETA (y la grieta-herida generada), pero pocos sobre la tortura ejercida en ese periodo (“Lasa y Zabala”, Pablo Malo-2014 que toma inspiración en “El crimen de Cuenca”, Pilar Miró-1979). Por ello Ander Iriarte viene a poner el foco en ese otro lado (que se refleja en una gráfica elocuente).
Alejado de cuestiones emotivas (salvo en los últimos minutos, familiares y torturados), nos va desgranando el método de trabajo, y visualizando algunas conclusiones. Descubrimos conceptos como ‘Tortura psicológica’, Pau Pérez Sales-2016, o métodos como ‘Protocolo de Estambul’ (ONU Derechos Humanos, 2001).
Quizá podría haber sido un poco más breve (a veces tanto número nos hace perder el objetivo), pero es tanta la documentación omitida o silenciada en ese periodo, que casi resulta imposible recortar más. Visualizar el trabajo de archivo de los forenses, Paco Etxeberria y Laura Pego, es de un mérito incalculable.
Sección Oficial (SO films: 17 + 5)
3/ Girasoles silvestres, Jaime Rosales. Cataluña (Esp-Fra), 2022, 107’ (SO)
Muy interesante peli de Jaime Rosales (7º largo), en el que nos presenta una juventud apresurada, que de repente tiene que ser adulta-emancipada, pero sin madurar.
Excelente trabajo de Anna Castillo (Julia), que nos hace recorrer del presente al pasado, y vuelta al presente. Julia madre de dos criaturas (de padre ausente), sigue buscando amor y cariño. Encuentra a Oscar (maravilloso trabajo de Oriol Pla), pero no acaba de funcionar.
Además de cariño y amor, busca un ‘padre’ para sus hijos y compartir la vida. Lo intenta con el padre biológico (militar en Melilla), y nuevo tropezón.
No existe la media naranja, el príncipe azul es una mierda, pero Julia no se resigna, y sigue buscando. Se reencuentra con un compañero de clase, padre separado. Vidas paralelas, gemelas cree ella, pero…una nueva decepción.
La peli se cierra con un selfie de Julia, sonriente (pero con doble mensaje). Sin duda, un cierre para el debate. ¿Empoderamiento de la mujer o claudicación?
4/ Sparta, Ulrich Seidl. Austria-Fra-Ale, 2022, 101’ (SO)
Precedida de polémica (‘Der Spiegel’ investiga la posible infracción por utilizar actores menores sin informar sobre el tratamiento del film), que quizá haya hecho que el público acudiera en mayor número a ver la peli, y de paso descubrir a un cineasta outsider (Este vienés a punto de cumplir 70, siempre polémico en su filmografía, no apto para todos los públicos, pero siempre denunciando el nazismo).
Así que acudimos con mucha precaución, y descubrimos uno de los films más…(es difícil encontrar el adjetivo con Ulrich Seidl, me surge ‘cómodo’, ‘simple’, ‘sencillo’), pero despistaría. Seidl maneja con maestría esa delgada línea para el público, entre lo que muestra y lo que piensa. Está servida la discusión (de alto voltaje).
Seidl denuncia como siempre el nazismo. Ewald (Georg Friedrich), hijo de un nazi (ahora en una residencia austriaca y que no fue querido por su padre). Ewald tampoco fue querido, desarraigado (trabaja en Transilvania, Rumania, donde tiene una pareja que trabaja en un bar de copas), con un trabajo gris (mantenimiento en una central energética). También nos presenta ‘un mundo’ aislado, apenas hay diálogos, y cada fotograma es muy descriptivo (lleno de información).
Cuando Ewald abandona todo su pasado, intenta reconstruir un mundo nuevo ‘Sparta’, con niños (aparentemente inocentes) y un tratamiento aparentemente inocente. Como espectadores estamos tan mediatizados (presión mediática previa), que cualquier acción nos parece perversa, pero Seidl se mueve en esa cuerda floja, sin caer en lo grotesco, y denunciando la pedofilia.
Es la típica peli, que debe verse para opinar,…y luego debatimos.
(Justo al escribir esto, se sucede un juicio en Gasteiz sobre ‘este asunto’. Sansoheta)
5/ Il boemo, Petr Václav. Rep. Checa-Italia-Eslovaquia, 2022, 141’ (SO)
Estamos ante el cineasta checo Petr Václav (Praga. 1967) que nos transporta a la Italia de los reinos del siglo XVIII, para recuperar y reivindicar la figura del músico y compositor Josef Myslivecek* (Giuseppe Venatorini) (1737-1781) denominado ‘el divino bohemio’, desconocido (o eclipsado) para profan@s en música.
Magnífica ambientación, estamos en la Venecia casi ombligo del mundo en ese tiempo. Seguimos las andanzas de un desconocido músico que intenta hacerse nombre en el mundo de la ópera. De esta ambientación de época tenemos referentes como Casanova (múltiples versiones cinematográficas sobre su vida) o Mozart (“Amadeus” Milos Forman-1984), por poner ejemplos que ya nos han mostrado esa vida de ocio y amoríos que se vivía en la ciudad-estado por entonces.
Emocionantes e impresionantes momentos musicales que van hilvanando la vida de ‘Giuseppe’. Vida de altibajos que el amor intenta paliar. Pasiones amorosas, seducción, La Corte, ambiciones y música comparten el metraje del film.
Se deja ver con gusto, aunque la historia de ‘Giuseppe’, tratamiento biográfico con sus idas y vueltas puede acabar agotando al espectador. Hay un detalle que particularmente me suele ‘distanciar’, cuando un film inicia por el final para contarnos el pasado, hace perder interés y quizá sea mucha pista para engancharte cien por cien.
6/ Le lycéen, Cristophe Honoré. Francia, 2022, 122’ (SO)
Estamos ante un trabajo redondo de Cristophe Honoré (Carhaix-Plouguer, Fra. 1970), que él mismo se convierte en leit motiv del film (el padre). También participa Juliette Binoche (Homenajeada y cartel del Zinemaldia 70) como Isabelle (la madre).
Lucas (Paul Kircher, con grandes dotes interpretativas, hijo de Irene Jacob, y ganador de la Concha de Plata, ex aequo), adolescente y estudiante, pierde al padre en un accidente de tráfico. A partir de ahí se desarrolla la trama y las lágrimas (Isabelle no deja de llorar en todo el film). Honoré dedica el film a su padre, y por ello nos presenta lo difícil que se lleva una situación como esa. Con una narrativa convencional (raro en él) y un dramatismo ad hoc (que la hace emotiva y creíble).
Lucas, está en un internado, tiene un amigo íntimo (Oscar), y vive una vida desinhibida. Familia acomodada (un valle de los Alpes), pero la muerte del padre desencadena un cambio brutal. Trata de salir de la soledad, pasar el duelo, y para ello va a Paris con su hermano. Honoré en esta circunstancia pisa el acelerador, nos muestra la huida hacia adelante (sexo x sexo) e intento de suicidio. Para acabar en recuperación psiquiátrica.
Honoré toca elementos delicados: el duelo por una pérdida, las relaciones afectivas, el sexo en la red, la búsqueda de la identidad, el suicidio (o intento) en la adolescencia. Y pone un punto esperanzador. En definitiva, si entras en la peli, vives múltiples emociones, y tras la angustia… respiras (Es el cine).
7/ La (três) grande évasion, Yannick Kergoat. Francia, 2022, 114’ (SO fuera de concurso)
Sorprende encontrar esta peli en SO (aunque fuera de concurso). Así que un poco desencajad@s. En ella descubrimos al montador (guionista y director) Yannick Kergoat (Le Raincy, Fra. 1962) con un trabajo denuncia, sin tapujos.
Siguiendo la estela de François Ruffin “Merci patron” (2015) deslocalización, o Stéphane Brizé “En guerre” (2018) lucha obrera, y otras. Pero más al estilo de Michael Moore. Vemos y molesta como nos roban a la cara con los paraísos fiscales.
Un film que aunque universal, se centra en las constantes mentiras de los mandatarios franceses (y extranjeros) para acabar con las corruptelas…pero ahí seguimos. El documental resulta un tanto farragoso y reiterativo, pero está bien que haya películas de denuncia, tal vez sorprende que sea en la Sección Oficial (especiales) de este festival.
La corrupción existe, sí, pero ¿quién la elimina?...la respuesta es frustrante.
8/ Pornomelancolía, Manuel Abramovich. Argentina-Méx-Bra-Fra, 2022, 98’ (SO), rara avis…
Bueno, ahí está. Al igual que la de Ulrich Seidl “Sparta” en los mentideros periodísticos (ruido mediático), pero no comparables cinematográficamente.
Abramovich (Buenos Aires. 1987) siempre ha buscado desafiar los límites entre realidad y ficción. Y la sinopsis dice: Lalo (Santos, Oaxaca en el film) sex-influencer que postea fotos de su cuerpo desnudo.
El caso es que la peli arranca con un trabajador industrial (Lalo) con trabajo repetitivo y aburrido. El rostro del actor trasmite un vació inmenso (¿melancolía?) y en su vida privada recurre a las redes (específicamente de sexo, con hombres)…comienza exponiendo su imagen (múltiples posiciones) y la dependencia va creciendo y creciendo. La peli se vuelve reiteración continua, casi en desafío, para ver cuánto aguantamos.
Como no me fui de la sala intentaré comentar algo. De la hora y media que perplejos aguantamos (como esperando por qué derrotero irá), mencionar tres secuencias: 1/ tres actores de la película en la que embarca (Pancho Villa y Emiliano Zapata follando entre ellos toda la peli) conversan sobre el SIDA y sus consecuencias. 2/ tras una cita por redes y polvo en un coche, Lalo comenta: Lo triste de esto, es que la gente sólo quiere chingar, y nadie te pregunta ¿Qué tal estás? ¿Cómo te va la vida? Te sientes en soledad. 3/ en la parte final, interpretando a uno que va a ser fusilado: alegato sobre si merece la pena vivir ‘esta mierda de vida’.
En fin, esto también es cine. Estás avisad@.
Nuev@s Director@s (ND films 13 + 2)
9/ Den store stilhed (The Great Silence), Katrine Brocks. Dinamarca, 2022, 95’ (ND)
Interesante thriller danés (sin tirar cohetes) realizado por Katrine Brocks (Copenhague. 1989) en su opera prima. Con un dominio de la cámara y una música inquietante (Johan Caroe) rápidamente entramos en situación. Un enorme convento, 5 monjas y 2 novicias, nos pone el foco una de ellas Alma (Kristine Kujath Thorp), a la que vemos lacerarse.
Brocks trata el tema religioso como telón de fondo (sólo 7 monjas) para contarnos una redención, la de Alma que huye de su pasado, que por medio de flashbacks nos lo va contando. La teórica paz espiritual viene a ser rota por la llegada de su hermano Erik (Elliot Crosset Hove), donde se alcanza mayor tensión (música e interpretación). Aprovechando para introducir una nueva trama, las relaciones familiares (el padre, el hermano no querido –oveja negra-, y el hermano fallecido -leit motiv del film-).
Con estas lanas Katrine Brocks va tejiendo un relato curioso, incluyendo las rivalidades del convento. Quizá carga las tintas en ‘el hermano’ que resulta perturbador. Y lástima que todo lo que nos ha ido narrando en flashbacks, es verbalizado en confesión (¡no hacía falta!)
A partir de un gran momento de tensión, el film se vuelve previsible, a la vez que entrañable (te concilias con los personajes). Así con poquitos elementos, una historia sencilla, una música penetrante y una actuación correcta, consigue un resultado eficaz, hemos estado a gusto.
10/ La hija de todas las rabias, Laura Baumeister. Nicaragua-Méx-Hol-Ale-Fra-Nor-Esp, 2022, 91’ (ND)
Laura Baumeister (Managua. 1983) nos aleja de cualquier urbe nicaragüense y nos transporta a los residuos de esta, el basurero.
Nos presenta una historia de supervivencia, una madre (Lilibeth) y su hija (María) que viven al límite, con lo que María recoge del basurero (espectacular secuencia inicial, con niñ@s revolviendo la basura descargada por cada camión) y Lilibeth que cría perros.
La vida es precaria, una choza de lonas, el agua en el río cercano (con poca sanidad), y poco que hacer. Y como diría Murphy ‘todo es susceptible de empeorar, si se cae la tostada (malo) caerá por el lado untado (peor)’ (o sea, lo que no mejora empeora), y se produce un incendio que destruye el hábitat donde desarrollaban sus vidas.
Se inicia una segunda película, Lilibeth aloja a María en un campo de tratamiento de basuras: pufff!. Denuncia al cuadrado: niñ@s (1) manipulando residuos tóxicos (2) acogidos con una disciplina casi militar (3)…y de fondo las mafias y velada corrupción policial. María huye de todo esto en busca de su madre.
Cinematográficamente no tiene muchos alardes, cámara en mano, drones, y unas interpretaciones sencillas, pero un realismo impactante y una denuncia tremenda. Estamos a un peldaño del infierno como sociedad. El título es elocuente.
11/ Grand Marin, Dinara Drukarova. Rusia-Islandia-Fra-Bel, 2022, 84’ (ND)
Sorprende un poco la combinación: directora rusa (con lo que estamos viviendo), escenario islandés (los confines del mar) y basada en texto francés (‘Le grand marin’, Catherine Poulain [Barr, Alsacia, Fra. 1960], de ahí que a pesar de desarrollarse en Islandia se hable en francés e inglés (y mínimamente islandés).
Magnífico trabajo (opera prima) de Dinara Drukarova (San Petersburgo, Rusia. 1976), también actriz que da vida a Lili siguiendo las andanzas la propia Catherine (libro). Un personaje sin origen ni destino, que se mimetiza con las gaviotas o con las propias montañas. La realidad, el duro trabajo en la mar, la intenta poner en su error, pero la persistencia le hace conseguir sus objetivos, manteniéndose libre (o casi).
Film bien desarrollado en sus momentos marinos, con tensión y calma medidos. Y sobre todo la representación de ese entorno machista y varonil, pero también con toques de vida errante y migratoria.
Un nuevo film que nos muestra una Islandia agreste, de vidas solitarias y condiciones de vida extremas, pero con mirada diferenciada (Dinara). Un viaje duro pero satisfactorio.
Zabaltegi-Tabakalera (ZT films 20 + 4)
Puertas abiertas a lo desconocido, territorios que obligan a desechar cualquier idea previa. Zabaltegi (zona abierta), Tabakalera (centro internacional de cultura contemporánea, sep-2015). El Zinemaldia dice: No hay normas ni limitaciones de estilo o tiempo…cine que busca nuevas miradas y formas, zona abierta y de riesgo.
12/ Unrueh (Unrest), Cyril Schaüblin. Suiza, 2022, 93’ (ZT)
Tic-tac, tic-tac, tic-tac Cyril Schaüblin (Zurich. 1984) da cuerda a su memoria (sus antepasados trabajan en la zona relojera del Cantón de Jura, frontera con Francia). Cyril sigue la figura de Piotr Kropotkin (Geógrafo, naturalista y zoólogo ruso) en su visita a la zona relojera.
El estilo de Cyril es descriptivo y alejado de la acción, toma distancia a la acción para que contemplemos el entorno. Con meticulosidad nos muestra los sistemas de producción de relojes en siglo XIX, sus reivindicaciones salariales según la producción y el surgir del anarquismo.
Con cierto humor vemos como en esa época, y en esa villa, coexisten 4 horas diferentes: la de correos, la de la fábrica, la del ayuntamiento y la del tren. Este hecho hace que la puntualidad sea cosa del azar…
En suma, un curioso trabajo que nos remonta a una época casi desconocida, aunque ahora todos miramos al reloj por inercia, e incluso reivindicamos mejoras salariales, como en aquel siglo XIX.
Perlak (PE films 14 + 3)
13/ Un año, una noche, Isaki Lacuesta. Cataluña (Esp-Fra), 2022, 130’ (PE)
Primer plato de nuestro particular viaje por Zinemaldia 70, Isaki nos da la bienvenida (figurada), así que encantad@s.
Así “un año, una noche”, 2015, a las 21:15 del 13 de noviembre, un concierto de Eagles of Death Metal, es la excusa de Isa Campo, Fran Araujo e Isaki Lacuesta (guionistas) para recordar y homenajear a las 131 víctimas de aquel atentado. Presentada en Festival de Berlín.
Argumento que utiliza Isaki para internarse en una pareja (el español, ella francesa) un antes y un después del atentado. La cámara va tras los pasos de los protagonistas Ramón (Nahuel Pérez Biscayart) y Céline (Noémie Merlant), una cámara nerviosa, asfixiante, obsesiva, primeros planos, plano contra plano, para mostrarnos una relación de dudas y de inseguridad.
A pesar de de desarrollarse en espacios abiertos, es como si fuera un mundo cerrado, un psicoanálisis de la relación, un antes y un después, un cara a cara entre Ramón y Céline (gran interpretación de Noémie, que ya nos encantó en “Retrato de una mujer en llamas” Céline Sciama-2019, o en la reciente “París, distrito 13” Jacques Audiard-2021) sobre ella recae más peso narrativo.
Hay un trazo fino sobre la migración (españoles en Francia), pero sobre todo es un análisis postraumático, que afecta a la realidad de uno mismo, a la identidad. A pesar de estar magníficamente realizada, encuentro un lastre en ese estancamiento de los personajes, como volver al punto inicial, un pa’lante y un pa’tras. Aún así tiene momentos emocionantes.
14/ Don’t Worry Darling (No te preocupes querida), Olivia Wilde. USA, 2022, 122’ (PE)
Nos llega desde el Festival de Venecia (sin concursar), un interesante film en que Olivia Wilde recurre a un estilo casi de comic, para narrar una historia de empoderamiento femenino (con mucha ironía) en un entorno machista y de secta.
Recurre a los años 50, looks, casas, electrodomésticos, coches, música (BSO sensacional: Ray Charles, Little Anthony & The Imperials, The Platters, Ella Fitzgerald,…) y ese lema ‘América, la tierra prometida’ (American way of life).
Todo el mundo feliz, ‘el’ se va a trabajar, ‘ella’ se queda en casa (tareas hogar, tele y piscina). Olivia Wilde recurre a un mundo irreal (añorado, pero no tanto), aislado (pero en comunidad), en el que no puedes tener libertad de pensamiento, debes seguir al líder. Utiliza un estilo ligero de narrativa, música e imagen (a modo de videoclip), y una tensión creciente que hacen que el tiempo se vaya en pis-pas.
Entretenida y sugerente (en imagen como en mensaje), aunque tanto artificio nos puede desvirtuar del contenido (fondo), subrayado en la secuencia en que la chica (muy mona) es perseguida por el staff residencial (orden establecido) para llegar a… ¿la libertad?
15/ R.M.N., Cristian Mungiu. Rumania-Francia-Bélgica, 2022, 125’ (PE)
Tras la premiere en Cannes, donde Mungiu se vino de vacío, llega hasta nosotr@s con una sobriedad aplastante, quizá una de las mejores visualizadas este año (mi opinión). Y es que Mungiu hace un retrato excelente de esta Europa a cachitos y con formas variadas. Impacta por su contención y dejando que cada cual centre su mirada.
Tono gris (intencionado), invierno. El film se inicia con una secuencia impactante, Matthias (Marin Grigore), emigrante trabajando en un matadero alemán, es interpelado por un capataz: ‘todos los gitanos sois unos vagos’, a lo que Matthias responde sin palabras con una agresión. Huye, volviendo a su pueblo en Rumania (Transilvania).
Mungiu aprovecha esta vuelta humillante al pueblo, para desarrollar varias historias: ‘Herri txikia, infernu handia’, relaciones familiares, relaciones amorosas, integración en Europa, migración, tradiciones y cultura, tierra de osos…
Con sutileza y maestría nos muestra la vida en un pueblo, en el que casi no pasa nada, pero lleno de conflictos, y si no lo hay, se crea. Juega con el concepto lingüístico (mucha gente del pueblo viene de…) para generar una tensión añadida (migrantes que rechazan a migrantes, casi hasta el linchamiento). Todo el film discurre en un tono agridulce (tiene toques de humor dentro del drama).
La historia se enreda y se enreda, surge el pasado soviético (¿votamos o no votamos?), y podemos extrapolar este mundo rural (rudo e intolerante) a una Europa, o un mundo en ‘descomposición’.
Si el inicio es impactante, el final ‘abierto’ te deja alucinando. Dos horas nutritivas.
Concluimos con mensaje telegráfico sobre el online de Txaro. Y cerramos con palmarés.
1. Tenéis que venir a verla, Jonás Trueba. Madrid, 2022, 68’ (Made in Spain).
Ya lo dice su título: tienes que verla, una reencarnación de Rohmer, con perdón.
2. As bestas, Rodrigo Sorogoyen. Galicia (Esp-Fra), 2022, 135’ (Perlak)
Mundo rural, ni lo muevas. ‘Herri txikia, infernu handia’.
3. Cinco lobitos, Alauda Ruiz de Azua. Euskal Herria, 2022, 104’ (Zinemira)
Ternura, ternura y reencuentros. Laia Costa y la emoción.
4. Suro, Mikel Gurrea. Euskal Herria, 2022, 116’ (Sección Oficial)
Guau! Obra imperdible. Alt Empordá en toda su expresión y dos colonos (ella-el)
5. 918 gau, Arantza Santesteban. Euskal Herria, 2021, 65’ (Zinemira)
Así fue y así queda (consecuencias). Intimidad expuesta al exterior.
6. A los libros y a las mujeres canto, Maria Elorza. Euskal Herria, 2022, 72’ (Nuev@s Director@s)
Un verdadero placer y admiración por ellas. Realidad mágica a donde te lleva escucharlas.
7. Las paredes hablan, Carlos Saura. Madrid, 2022, 70’ (Gala rtve)
Carlos Saura (Huesca. 1932). Del neolítico al graffiti, el arte cercano e impulsivo.
8. Bi arnas, Jon Mikel Fernandez Elorz. Euskal Herria, 2022, 58’ (Zinemira)
Emoción contenida: madre, hija, nieta. Tortura, necesito respirar.
9. El vasco, Jabi Elortegi. Euskal Herria-Argentina, 2022, 100’ (Zinemira)
Historia universal de ida y vuelta. Humor negro, desarraigo o ¿no?
10. Mi vacio y yo, Adrián Silvestre. Cataluña, 2022, 98’ (Made in Spain)
En busca de tu identidad y género. Dar voz a lo trans.
11. My Way Out, Izaskun Arandia. Euskal Herria, 2022, 70’ (Zinemira)
Ese local trans que abrió en 1993 en Londres, y sigue siendo un espacio de libertad.
12. Tengo sueños eléctricos, Valentina Maurel. Costa Rica-Bél-Fra, 2022, 110’ (Horizontes Latinos)
Adolescencia y rebeldía a raudales. Centro América (Costa Rica) bulle. Sorpresa genial.
13. Pacifiction, Albert Serra. Cataluña, 2022, 165’ (Made in Spain)
Albert Serra en estado puro, bordeando los géneros y la intriga política. Un viaje inolvidable.
Y EL PALMARÉS:
Concha de Oro + Feroz: Los reyes del mundo, Laura Mora. Colombia-Lux-Fra-Méx-Nor, 2022, 110’
P. Especial Jurado: Runner, Marian Mathias. USA-Ale-Fra, 2022, 76’
Concha de Plata Dirección: Hyakka / A Hundred Flowers, Genki Kawamura. Japón, 2022, 104’
Concha de Plata Interpretación: Carla Quílez (La maternal) – Paul Kircher (Le lycéen)
Concha de Plata Int. Reparto: Renata Lerman (El suplente)
Mejor Guion: Don Yun Zhou, Wang Chao (Kong xiu / A Woman)
Mejor Fotografía: Manuel Abramovich (Pornomelancolía)
Premio Nuev@s Director@s: Fifi, Jeanne Aslan-Paul Saintillan. Francia, 2022, 109’
Mención ND: Pokhar ke dunu paar / On Either Side of the Pond, Parth Saurabh. India, 2022, 105’
Premio Horizontes Latinos: Tengo sueños eléctricos, Valentina Maurel. Costa Rica-Bél-Fra, 2022, 110’
Premio Zabaltegi-Tabakalera: Godland, Hlinur Pálmason. Dinamarca-Isl-Sue-Fra, 2022, 145’
Premio Nest: Montaña azul, Sofía Salinas-Juan David Bohórquez. Colombia, 2022, 14’
Mención Nest: Anabase, Benjamin Goubet. Suiza, 2022, 28’
Premio Cine Vasco + Fipresci + Gidoigileak: Suro, Mikel Gurrea. Euskal Herria, 2022, 116’
Mención Cine Vasco: A los libros y a las mujeres canto, Maria Elorza. Euskal Herria, 2022, 72’
¡ESO ES TODO AMIG@S!
txarli