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FICXixón 62

2º año sin Carlos Pumares


(Y es que, esas sesiones matinales sin Carlos, no son lo mismo, toca adaptarse)

Pero la vida sigue, y el FICX·62 (nov. 15-23), tras aquellos ‘negros’ años pandémicos (2020 y 2021), ha ido remontando en actividad, dinamismo y concurrencia, la ciudad vuelve a vibrar con su festival, y la calidad fílmica, atascada por la pandemia retoma su cauce. Cineastas y público recobran encuentros. Y el disfrute y las emociones vuelven a brotar desde las pantallas.


Por cuestiones familiares seguimos sin poder integrarnos lo deseado (estancia breve), pero no podemos perder comba con este festival que tanto ofrece e influencia. Ese cine difícil de encontrar en las salas, o que pasa de tapadillo, ese cine diferente que despierta a la reflexión, ese cine que nos gusta (aunque a veces se quede en ‘ni fu, ni fa’). Dos días intensos, siete películas…a saco.


Sábado, 16 de noviembre, rin-rin sobre las 7:00, atrás queda el bullicio de la noche. Cafecito, tostada y a caminar…la Antigua Escuela de Comercio será como un refugio este finde (aunque la climatología, excepcionalmente, sea bonancible). Arrancamos!!!


· Algo viejo, algo nuevo, algo prestado. Hernán Rosselli. Argentina-España-Portugal, 2024, 100’

(S.O. RETUEYOS: ‘Brotes’ que nacen, crecen, y florecen nuevas voces, miradas, talentos emergentes y discursos fuera de norma)


Estamos a las afueras de la ciudad de Buenos Aires, Lomas de Zamora, en la zona sur, a medio camino entre el aeropuerto Ezeiza y el centro. Una zona aparentemente tranquila, donde se juega a la lotería y otros juegos de azar. Pero lo lícito queda fuera de campo. Hernán Rosselli (Buenos Aires ciudad. 1979) nos adentra en una peculiar familia de una manera sorprendente, utilizando formatos de super8 y actuales. Curiosamente son imágenes familiares, que dan pie a Hernán a montar una historia de trapicheo y suspense. Cine negro, capos, y dinero que fluye clandestinamente, ‘la familia’ y ‘familias’ rivales que pugnan por el control de la zona. Difícil de comprender en su inicio, por un lenguaje de argot (casi incomprensible, benditos subtítulos) y una presentación de los personajes novedosa. Vemos como la prota, Maribel Felpeto (ella misma), observa las imágenes grabadas de su mamá, e inicia una especie de investigación sobre su papá, creándose una segunda trama de búsqueda y comprensión sobre la familia (dudas que surgen en su cabeza). Todo sucede de un modo sencillo, sin alardes técnicos, que como espectador, te van adentrando más y más en intentar aclarar qué ocurre, ya que andamos un poco ‘perdidos’ y vendidos. No hay buenos-malos, la corrupción capea a sus anchas, como que no quiere la cosa. Así, que lo mejor es dejarse llevar y esperar la resolución. Film interesante por su singular realización. Olvidaba mencionar el gran trabajo de montaje (edición), que acompaña a un insólito guion muy bien resuelto.


Hernán estuvo presente en la proyección y contó lo difícil que es levantar un proyecto de cine en Argentina, y más ahora, en la que tiene que explicar a amigos y familiares que no es un ‘delincuente’ por hacer cine, simplemente es un ‘artista’. Es poco conocido en España, su primera película Mauro  (2014) también se centraba en ‘los bajos fondos’. Su segundo trabajo es el docu Casa del Teatro (2018), y nos contó que está avanzando en su tercera ficción, a modo de trilogía sobre ‘dinero fácil-clandestino’, es el cine de la mafia norteamericana que veía habitualmente en su juventud. Y también nos explicó lo curioso del título, al que hay que añadir ‘algo azul’: ‘se dice en el momento de la boda, y es una tradición, algo viejo significa la continuidad con la familia, algo nuevo representa la esperanza de un futuro feliz, algo prestado simboliza la buena suerte, y algo azul viene a ser amor-pureza-fidelidad’.


· Itoiz udako sesioak. Larraitz Zuazo, Ainhoa Andraka, Zuriñe Goikoetxea. Euskal Herria, 2024, 95’

(S.O. RETUEYOS)


Hagamos un viaje al pasado, a la costa gipuzkoana, a Mutriku. A mediados de los 70 con cuatro soñadores de la zona se fraguó un grupo musical, en el que el rock sinfónico de la época deja una huella inusual (Doors; Emerson, Lake and Palmer; Yes; King Crimson; o Pink Floyd), jóvenes de 14-15 años que se animan y atreven a formar un grupo. Por contextualizar, son los últimos años del dictador Franco, y surgían grupos musicales por doquier. En este caso, las influencias religiosas, la música popular y folklórica, junto a la música antes mencionada van conformando un estilo propio y diferente, Indar Trabes, que hace música de verbenas, pero también un rock…denominado progresivo y en euskera, un poco alejado otros grupos contemporáneos (Kortatu; Hertzainak; La Polla Records; RIP; Barricada;…) o de folklóricos (Oskorri; Izukaitz; Haizea;…).


Dicho lo cual, nos centramos en este emotivo trabajo realizado a trío por tres mujeres (Larra[Bilbo. 1980], Ainhoa [EH] y Zuri [Vitoria-Gasteiz. 1984]) que no han conocido los directos del grupo Itoiz (1976-1988), lo que da un sentido especial a la realización. No será el tradicional documental sobre un grupo, que se convierte en una especie de karaoke. Su inicio es revelador de una manera nueva de contar: Un estudio de grabación, una música sonando, el técnico de sonido apaga el aparato y la batería continua sonando, el técnico se acerca al cristal del estudio, y al otro lado, a oscuras, alguien toca la batería, se ilumina y vemos al baterista tocando. El baterista comenta: ‘zergaitik, zergaitik,…?’…a lo que responde el técnico: ‘nekattuak,…nekattuak, Jimmi’. 


Es una secuencia que sorprende, y la vez te inquieta (¿a qué se refieren?), sin duda son las señas de identidad narrativa de este trío de realizadoras, que combinará imágenes de archivo (más fotos que videos), momento actual, y momentos pasados (imaginados). El técnico es Juan Carlos Perez (que no se indica) y el baterista es Jimmi Arrabit (que tampoco se indica), tenemos que ir procesando sobre las personas que van surgiendo a lo largo del film, a modo de entrevistas singulares entre los componentes del grupo. 


Entrevistas que se van intercalando con pasajes ficcionados de la banda (al no haber grabaciones de la época). Tampoco seguirá un orden cronológico de las canciones, que se van intercalando de un modo especial para articular el relato, en mi opinión un gran acierto ya que acompañan al guion sobre lo que quieren narrar. Un grupo musical efímero, 12 años, que surge en un pueblito (no en la ciudad), que realiza una música a contracorriente (no folk, no rock, no pop…y todas ellas a la vez…!!!), que de la nada alcanzan la cima, y de un plumazo, flash, desaparece!! Pero nos dejan sus discos (6 +1: 1978, 1980, 1982, 1983, 1985, 1987 y el directo de despedida). Han transcurrido pues, 36 años para desempolvar esta música y esta historia de historias.


Hay un guiño al grupo Errobi (contemporáneo) y a Bernardo Atxaga (inspirador). En definitiva, son 95 minutos de magia, recuerdos y emoción (sobre todo para quienes vivimos de cerca ‘su historia’). Revivimos aquel ‘Popgrama’-tve de Carlos Tena (1981), o aquel concierto de despedida en Fadura (Getxo-Bizkaia) en 1988. Film de homenaje y recuerdo hacia ‘Foisis’ Jose Garate (Ondarroa -bajo-), ‘Estanis’ Estanislao Osinalde (Mutriku -batería-), ‘Antton’ Jose Antonio Fernandez (Eibar, veraneante de Mutriku -teclas-), y sobre todo al ‘gallego’ alma mater Juan Carlos Perez (Mutriku -voz y guitarra-), Jimmi Arrabit (Donaixti, Ipar EH -batería, 1982/1988-), Jean-Marie Ecay (Donibane Lohitzun, Ipar EH -guitarra, 1983/1985-).


Las directoras Larra (tb productora de Begira), Ainhoa y Zuri (tb productoras de DOXA), nos acompañaron en el coloquio comentando el duro trabajo de intentar captar el alma de un grupo al que no conocieron en vivo, sólo de oídas. Entrevistas y entrevistas, documentación y documentación, y al final satisfechas con el resultado. También estuvo presente Miren Aperribay (productora, Atera Films) que mostraba contenta por su pase por Cannes Docs, y la selección en ZINEBI (Bilbao) ‘en casa’, o FICX (Xixón) para ver que sensaciones causa ‘fuera de casa’, así como expectante por su estreno comercial a finales de enero (2025).


*FICX siempre ha tenido en su selección documentales musicales, de hecho había como una sección. Y además la cifra de docus sobre grupos vascos ha ido creciendo y creciendo: El Drogas (2020), Dardara [Berri Txarrak] (2021), No somos nada [La Polla Records] (2021), por mencionar algunos.


· Good One. India Donaldson. USA, 2024, 90’

(S.O. ALBAR: Cineastas esenciales que continúan abriendo nuevos caminos, y son revelación del año)


[Retorno al Teatro Jovellanos, hora punta, sala llena, bullicio hasta que las luces se apagan. La ciudad con el FICX] India Donaldson (USA. 1984) debuta con este largo en el que se apoya simplemente en tres personajes: la adolescente Sam (Lily Collias); su padre Chris (James Le Gros); y el amigo del padre, Matt (Danny McCarthy). A los que hay que añadir: las montañas de Catskills (Estado de N.Y.) y su amiga-compañera Jessie (Sumaya Bouhbal). Con estos pocos elementos India Donaldson estructura un guión con una tensión latente durante 90 minutos. Partiendo de la ciudad, los tres van buscando una cierta paz ‘espiritual’ en las montañas, al aire libre, que debe ser sanador. Los dos adultos separados y con sus circunstancias, el padre que intenta comunicarse con su hija, y el amigo que tras su separación no sabe qué busca.


Ritmo pausado para encontrarnos en un entorno con la naturaleza (calma y sosiego), contrastando, en esa eterna rivalidad con la ciudad (estrés y bullicio). Esa dualidad ciudad-campo en la que debemos encontrar el ‘equilibrio mental’. Un bosque balsámico y reparador, que se convierte por momentos en tortura. Silencios y miradas que no hacen sino acrecentar las distancias, espacio que pide a gritos que el viaje termine cuanto antes (como inadaptados al medio). La guinda chunga la pone Matt (el amigo del padre) que se queda charlando con la adolescente Sam, y hace un comentario que pondrá punto y final a la ‘aventura balsámica’.


En definitiva una realización impecable, en la que las aguas de los arroyos fluyen como ausentes a la historia, en vez de calma, transportan turbulencias, y dejan patentes una brecha generacional y una cierta incapacidad de comunicación. No te la puedes perder.


· Una ballena. Pablo Hernando. EH (Sr&Sra + Sayaka)-Italia (Orisa P.), 2024, 108’

(Pases Especiales: Momentazos fílmicos y encuentros)


Recogida del Festival de Sitges, ya nos da pistas de que haremos un viaje fantástico. Pablo Hernando (Vitoria-Gasteiz. 1986), presente en la sala, ya nos advierte: ‘Desnudaros de todo lo que hayáis leído sobre la peli, y sentirla vuestra’. Dicho y hecho… Así penetramos en un mundo casi en blanco y negro, siempre gris, fantástico y real.


Un comienzo espectacular: una mujer sigilosa, con gorro de baño y chubasquero negro, entra en un despacho, coloca el silenciador a la pistola…y de un tiro certero abate a un hombre. Ella es Ingrid (Ingrid García Jonsson). Nikita (Anne Parillaud. Luc Besson-1990), Demonlover (Connie Nielsen. Olivier Assayas-2002), o Colombiana (Zoe Saldana. Olivier Megaton-2011) son recuerdos de ‘femme fatale’ y asesina que me vienen de pronto. Pero Pablo no busca la espectacularidad, sino la inmersión (nunca mejor dicho), cual ballena en el mar, en una historia de mafia ‘local’ (ahora llamado neo-noir), el control del contrabando en el puerto.


Una ballena aparece muerta, varada en la playa. Melville (Ramón Barea), otro giño al cine-literatura, será el contrapunto actoral a Ingrid sobre el que pivota la historia. Historias y leyendas, fantasía…momentos de animación, momentos de  recreación de ‘otro mundo’. Maravillosa música e imagen (fotografía), con pocos diálogos, que te transportaran a la infancia (Julio Verne y otr@s), pero también al presente y las luchas de poder. El imaginario y los efectos superan a la realidad…y ese líquido blanquecino y lechoso, se convierte en debate (humanidad o eternidad).


Pablo, Ingrid, Ramón, y dos de las productoras (Sayaka y Sr&Sra) compartieron su tiempo con el público. Pablo nos contó los orígenes de la peli; Ingrid y Ramón sus trabajos (y trucos) interpretativos en el film. En definitiva, dos grandes momentazos: uno, sumergidos con la ballena; y otro, conversando con quienes nos han hecho ‘soñar’ un ratito. Así es el cine.


Domingo, 17. Repetimos ritual, de nuevo rin-rin…la calle mojada, caminito a la Antigua Escuela de Comercio, pero ya no llueve (Xixón en estado puro, la bruma y el salitre han dejado su huella, el mar deja su impronta, y las olas golpean activas sobre el paseo marítimo…un lujo de sonido).


· Eight Postcards from Utopia. Christian Ferencz-Flatz, Radu Jude. Rumania, 2024, 71’

(S.O. ALBAR)


El filósofo Christian Ferencz-Flatz (Rumania. 1981) y el cineasta Radu Jude (Bucarest. 1977) realizan un ejercicio de memoria sobre Rumanía utilizando una serie de anuncios desde de los años 90 (Siglo XX), ya que antes no había mucho grabado. [Rumanía en el S-XX tiene una Historia convulsa: Independiente desde 1878, se declara neutral en 1914, I Guerra Mundial, pero acaba entrando en 1916. Posteriormente se forma la Gran Rumania de 1920 a 1940, año en que el militar Ion Antonescu dio un golpe de Estado, aliándose a las dictaduras europeas. En 1944 volvió a ser Reino con Miguel I, pero tuvo que abdicar en 1947, convirtiéndose en República dentro de la esfera soviética. En 1967 Nicolae Ceausescu asume la presidencia que vira hacia la dictadura. Fue detenido y ejecutado en 1989, con la denominada ‘Revolución rumana’. El nuevo presidente será el comunista Ion Iliescu… Ahí arranca esta película].


Film un tanto difícil de clasificar, que fue estrenado en Locarno 2024, y es más un trabajo de exploración publicitaria que un film al uso. Documental atrevido y complejo, sobre todo en su inicio (Luego explicaría Radu, que aun andan con los derechos a vueltas). Ocho etapas (postales), en realidad nueve, que reflejan el tiempo de transición del país (del comunismo al capitalismo) en varios aspectos, con anuncios elegidos con un sutil sentido de humor (característico de Radu Jude). Etapas-postales que hablan de la vida, del amor, de la muerte, del cuerpo, de la fragilidad humana, de lo sobrenatural, de la historia (1ª postal), del socialismo, del capitalismo-consumismo, y de la naturaleza (Epílogo, 9ª postal).


Más de 400 horas revisadas de anuncios, exquisitamente seleccionadas y resumidas en poco más de una hora. Documental extraño que desde fuera de Rumania te deja un poco exhausto en sus inicios intentando captar todos los mensajes, a veces incomprensibles por ajenos. Y que parece más un ejercicio de publicidad que un trabajo de realización, aunque se percibe un enorme trabajo de guion para poder enlazar cientos y cientos de anuncios reales de TV.


Radu Jude nos acompañó en el coloquio, en el que nos expuso varias claves y lo complejo de la realización del film. La ‘comunión’ con su amigo Christian, y la labor aun pendiente de buscar derechos de tanto anuncio (marcas publicitarias y televisiones que las emitieron). [Fue en Xixón donde descubrimos a Radu con su gran trabajo de Historia Aferim! (2015), pero que ya llevada ‘dirigiendo’ desde 2006. También pudimos ver Un polvo desafortunado o polvo loco (2021). Y no pudimos ver la premiada en Xixón y Locarno No esperes demasiado del fin del mundo (2023), ‘deuda pendiente’ que nos queda como espinita].


· Condenados. Gustav Möller. Suecia-Dinamarca, 2024, 100’

(S.O. ALBAR)


Seguramente desconocido en el Estado, Gustav Möller (Göteborg, Suecia. 1988) que realizó su ópera prima en 2018 (The Guilty), y poco después se orientó hacia series de TV, ahora retoma el cine con una historia bien contada, previsible y con alguna trampa de guion, pero seguramente será un film de gran acogida por el público (caso de estrenarse), ya que va escalando en tensión y te va arrastrando hacia la resolución. Film magnético pues, y sencillo en su narrativa. Éxito que puede venir del duelo actoral, una magnífica Sidse Babett Knudsen (Eva, la carcelera) y su no menos brillante oponente Sebastian Bull (Mikkel, el encarcelado).


Entroncada en ese subgénero policiaco que es el ‘carcelario’ (con multitud de ejemplos como Josefina (Javier Marco. 2021), Un profeta (Jacques Audiard. 2009), o el sinfín de films estadounidenses, por no alargarnos). Eva, carcelaria de una prisión nórdica, que confía en la reinserción de los presos, y trabaja por ello realizando terapias y actividades que les ayuden a integrarse. De pronto llega a la prisión un delincuente (Mikkel), que es llevado a un módulo de alta seguridad, por haber asesinado a otro prisionero en otra cárcel, las retinas de Eva se quedan fijadas en él. A partir de ese momento, ella pide el traslado al módulo de seguridad, para ello miente (el espectador no conoce el pasado de Eva). Lo consigue, no sin problemas por ser mujer, y el film comienza a ser una historia de persecución y venganza (dentro de las cuatro paredes carcelarias). La historia se va enredando y enredando, acrecentando la tensión fílmica y la violencia expresa. Cual representación de una onda de frecuencia, la narración pasa por puntos altos (tensos) y puntos bajos (calma). Poco a poco se irá desvelando el secreto de Eva (mentira inicial), y la debilidad de su personaje, incapaz de afrontar su propia realidad (su pasado). Aquí lo dejamos…


Gustav no pudo llegar al coloquio. FIN

· Mother Vera. Cécile Embleton, Alys Tomlinson. UK, 2024, 95’

(S.O. RETUEYOS)


Los previos de este documental vienen cargados de premios: Hot Docs Forum 2021 (Canadá), Locarno First Look 2023 (Suiza). Fue estrenado en Vision du Réel 2024 (Nyon, Suiza), y galardonado en London Film Festival 2024 (UK). Con estos laureles llega a FICXixón.


Marie-Cécile Embleton (Bristol, UK. 1984) y Alys Tomlinson (Brighton, UK. 1975) llevan a cabo un trabajo minucioso, más artístico que fílmico, sobre la vida de Vera, monja ‘Madre Vera’. Tomando como punto de partida la obra fotográfica de Alys, ‘Ex.Voto’ (2018), premiada con el Sony World Photographer 2018, Cécile entra en cooperación con Alys entendiendo que la historia de Vera tiene más recorrido, y acometen un bellísimo trabajo sobre el recorrido-travesía de Vera como protagonista. Estamos ante un cine contemplativo, con una fotografía blanco/negro maravillosa, tomas y planos que nos muestran el tránsito espiritual de Vera en el convento de Bielorrusia, en parajes de ensueño, donde expía sus penas para redimir su adicción a las drogas. Esa estancia que le llevará 10 años, en contacto con la naturaleza, los animales, el deporte (natación) y la omnipresente oración.


Vera, tras el periodo austero e intimista en el convento, se traslada a Francia, una nueva etapa, ahora en color, que da pistas de haber superado las penas del pasado, pero a su vez la incertidumbre del futuro. Todo el film está cargado de una extrema sensibilidad.


Cécile estuvo presente en la presentación (en la que estuvimos brevemente, por los motivos del viaje). Allí explicó la dureza y dificultades del rodaje en Bielorrusia, a bajo cero, pero tenían claro que era la manera de transmitir al espectador/a coherencia con la historia. La parte final rodada en color y en Francia (en la región de Camarga, cerca de Montpellier y Nimes), e intenta transmitir metafóricamente la luminosidad de la libertad, pero también mostrar la fragilidad de la mujer expuesta a un nuevo mundo sorprendente y desconocido, en ese camino de ‘redención’. Por su tema, y tratamiento narrativo, no será de atractivo comercial, pero queda constancia de un trabajo artístico (fotográfico) impecable, un lujo de imágenes elaborado por Cécile y Alys, en lo que supone la ópera prima (apuesta y puesta de ‘largo’) para ambas.


Con esta peli damos broche a un nuevo capítulo de Xixón en nuestras pupilas, que sigue enamorándonos. Al margen de almejas, pixines, pote asturianu, sidrinas, y otros manjares que han deleitado nuestros paladares (y estómagos) ¡Larga vida!


Extracto PALMARÉS 2024 [existen pequeñas variaciones respecto a 2023…]


PALMARÉS 62ª edición FICX:

MEJOR LARGOMETRAJE: By the Stream,  Hong Sang-soo (Corea-Sur, 2024) S.O. ALBAR (cineastas consolidad@s)

MEJOR ACTRIZ: Kim Minhee por By the Stream (Corea-Sur, 2024)

MEJOR ACTOR: Abou Sangare por L'Histoire de Souleymane(Francia, 2024) ‘ALBAR’

MEJOR DIRECCIÓN: Matthias Glasner por Dying (Alemania, 2024) ‘ALBAR’

PREMIO FIPRESCI AL MEJOR LARGOMETRAJE: Algo viejo, algo nuevo, algo prestado, Hernán Rosselli (Argentina, España, Portugal, 2024) S.O. RETUEYOS

PREMIO ESPECIAL DEL JURADO: Fogo do vento, Marta Mateus (Portugal, Suiza, Francia, 2024) ‘RETUEYOS’

PREMIO MEJOR CORTOMETRAJE (PRINCIPADO DE ASTURIAS): Campolivar, Alicia Moncholí (España, 2024)

PREMIO DEL JURADO JOVEN AL MEJOR LARGOMETRAJE DE LA COMPETICIÓN RETUEYOS: River Returns, Masakazu Kaneko (Japón, 2024)

PREMIO AL MEJOR LARGOMETRAJE TIERRES EN TRANCE: Yo vi tres luces negras, Santiago Lozano Álvarez (Colombia, Mexico, Germany, France, 2024)

PREMIO ESPECIAL A LA CONTRIBUCIÓN ARTÍSTICA TIERRES EN TRANCE: Algo viejo, algo nuevo, algo prestado, Hernán Rosselli (Argentina, Spain, Portugal, 2024)

PREMIO AL MEJOR LARGOMETRAJE ESPAÑOL: As the Tide Comes In, Juan Palacios (Dinamarca, 2023)

PREMIO “RCSERVICE” AL DIRECTOR DE LA MEJOR PELÍCULA ESPAÑOLA: Juan Palacios

PREMIO “DAMA” AL MEJOR GUION DE PELÍCULA ESPAÑOLA: Col·lectiu Vigília, Laura Corominas Espelt, Clara Serrano Llorens, Ariadna Ulldemolins Abad por L'edat imminent (España, 2024)

PREMIO “AMAE” AL MEJOR MONTAJE DE PELÍCULA ESPAÑOLA: Paula Veleiro por Te separas mucho (España, 2024)

PREMIO CIMA AL MEJOR LARGOMETRAJE DIRIGIDO POR UNA MUJER: Peaches Goes Bananas, Marie Losier (Francia, Bélgica, 2024)

GRAN PREMIO DEL PÚBLICO: Le roman de Jim, Arnaud Larrieu y Jean-Marie Larrieu (Francia, 2024)

PREMIO EUROPA FILM FESTIVALS – EUROPA JOVEN: Mi vida a lo grande, Kristina Dufková (República Checa, Eslovaquia, Francia, 2024)


*Cerramos crónica con la noticia:

El Festival Internacional de Cine de Gijón/Xixón ha batido su récord de venta de entradas hasta el miércoles 20 de noviembre (15-23). Asimismo, cabe destacar la gran acogida del Festival entre los jóvenes.


En palabras del director Alejandro Díaz Castaño, ‘estamos muy felices por la gran afluencia a las proyecciones pero sobre todo por la increíble sinergia entre cineastas y nuestro maravilloso público. La sublimación de ese factor humano que hace del FICX un festival único’.


> El FICX es el festival que quiere (al público e invitad@s) y se deja querer. En 2025 repetimos 


txarli otaola

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