Jorge Barrio

14 de feb de 20235 min.

El fin del Melodrama en el cine actual

Actualizado: 26 de feb de 2023

Ha habido muchos cambios en el cine en los últimos años, pero aquí me voy a referir a uno en concreto, la desaparición del Melodrama. Hasta hace bien poco había venido siendo el género favorito para público e industria desde los inicios del cine. No podemos decir lo mismo de la crítica especializada, que siempre ha utilizado el termino melodrama de forma despectiva para referirse a un cine facilón y sentimentaloide, no podría estar más en contra.

Si hacemos un repaso veremos que muchos de los grandes directores de la historia del cine han estado relacionados de una manera importante con este género, ya sea con el ligero o con el gran melodrama (cuestión de volúmen). Aquí os paso un link a una lista mía con los nombres más importantes. Hay muchos otros que han tocado de vez en cuando el melodrama pero no de manera habitual. Las cinematografías estadounidense, inglesa, italiana e india han sido las más proclives al género. Os paso también lista con los títulos más importantes (bajo mi punto de vista), entre los cuales destacarían, a modo de ejemplo: El gran desfile (1925), Amanecer (1927), Luces de la ciudad (1931), Carta de una desconocida (1948), Imitación a la vida (1959), Rocco y sus hermanos (1960), Doctor Zhivago (1965), El sur (1985), Cinema Paradiso (1988) o Un lugar en el mundo (1992). En este artículo voy a intentar explicar las razones que creo que han llevado a ello.

Primero de todo hay una razón industrial. No se si habéis oído decir alguna vez que ya desde hace unos años las películas de presupuesto intermedio han desaparecido, es cierto. Ahora tiende a haber: por un lado superproducciones, películas con mucho presupuesto, mucho marketing, poco riesgo (aunque el riesgo siempre existe) y escasa autoría; y por otro lado películas de bajo presupuesto, consideradas más de autor, con el label de su presencia en festivales y orientadas a un público más elitista (no en el mal sentido de la palabra). Estas películas que se suelen llamar independientes obtienen poca recaudación en comparación con las superproducciones pero también cuestan mucho menos, con lo cual el riesgo es asumible en la mayor parte de los casos. Y el problema del melodrama es que sus películas son de presupuesto intermedio. No son éxitos asegurados ya que no tienen efectos especiales ni acción y tampoco pueden hacerse con bajo presupuesto, y me explico.

Para todos aquellos que quieran profundizar en el melodrama recomiendo leer el libro de Antonio Drove sobre Douglas Sirk Tiempo de amar, tiempo de revivir (1995). El melodrama podríamos decir que es aquel género donde se subrayan los procesos internos emocionales de los personajes. Dependiendo del volúmen de este subrayado podemos encontrar el ligero melodrama, como El sur de Victor Erice o el gran melodrama, como Imitación a la vida, de Douglas Sirk. Y la manera de subrayar es con el guión y la puesta en escena, de esta manera podemos decir que el melodrama es un género con mucha presencia de la forma, un poco o muy barroco, dependiendo de si es ligero o gran melodrama. Travellings de acercamiento a los personajes, grandes angulares, planos con grúa, estructuras en flashback con voz en off, elipsis temporales, subjetivización del sonido, de la luz y del color, planos detalle de atrezzo que cobran una relevancia dramática, pero sobre todo el uso de la música incidental. Este tipo de banda sonora hecha expresamente para la película y que tiene, diríamos, una rima consonante con la imagen, parafraseando los movimientos de los personajes y de la cámara, al ritmo del montaje. Y todo esto es caro, en ocasiones muy caro. Todos recordamos las estructuras dramáticas de estas películas que desembocan en clímax de un nivel dramático y formal muy alto, como los que podemos ver en E.T. o Cinema Paradiso.

Las cinematografías que no tenían acceso al gran presupuesto (Italia o España) se contentaban con el ligero melodrama, no tan barroco, como es el caso de Rocco y sus hermanos, Cielo Negro o El sur. El melodrama también se ha llevado muy bien con el musical, por eso ha tenido mucha presencia en la cinematografía india. Al ser tan populares en su mercado interno, estas películas sí han contado siempre con gran presupuesto. Pero en otras cinematografías, como la francesa, un enamorado del musical como Jacques Demy, en los años 60, tenía que contentarse con un musical con ligero melodrama, por cuestiones de presupuesto, un musical sin demasiados planos generales con amplias coreografías en decorados de exteriores construidos para la ocasión. Le bastaba el policromatismo y la iluminación para recrear el tono que el musical requería.

La tendencia ha cambiado desde hace unos años con respecto al melodrama. Sería falso decir que ha sido sólo culpa de la industria ya que la tendencia ya venía siendo a la baja en cuanto al gusto del público más elitista, que exigía dramas de corte más realista. En el drama (a diferencia del melodrama) apenas se subrayan los procesos internos de los personajes (haberlos los hay, pero no se subrayan formalmente). Ponen su foco no tanto en lo subjetivo como en lo objetivo, a veces en el entorno, son más expositivas. Y, desde luego son más baratas de hacer y más fáciles de rodar (más fáciles, pero no fáciles). Muy asociadas a: planos largos, planos secuencia que no requieren movimiento de la cámara y sí de los personajes; si se mueve la cámara es cámara en mano, buscando los planos casuales más cercanos al documental (aparentemente menos preparados y compuestos); menos iluminación y ausencia de esta música incidental de la que hablaba antes. Son muchas las diferencias formales (demasiadas). Tenemos dramas sociales, políticos, económicos, costumbristas, románticos, etc..., y por último dramas psicológicos, donde se pone el foco de manera objetiva y analítica (pero no subjetiva) en los procesos internos de los personajes, siempre sin música incidental. Este último caso sería casi toda la cinematografía de Ingmar Bergman, que sí empezó en sus inicios rodando melodramas.

Otra razón tiene que ver con las escuelas de cine. Yo estudié en una escuela de cine en los 90, tuve mi propia escuela de cine en Bilbao y sigo siendo profesor a día de hoy. Y en las escuelas de cine aprendíamos a rodar con pocos medios, casi apenas sin mover la cámara, porque era muy difícil y caro. El cine se ha democratizado en los últimos años y en eso ha ayudado el cine digital, ya que las cámaras son más fáciles y baratas de conseguir y no requieren de celuloide, puedes tirar metros de película sin que aumente el coste (de un modo relativo porque el tiempo sigue siendo oro en el cine). Pero los aparatos que permiten movimientos de cámara siguen siendo caros y farragosos de utilizar.Y esto ha hecho que los directores del cine actual se hayan alejado del melodrama o, dicho de otro modo, que los que tenían tendencias melodramáticas se hayan quedado por el camino. En el cine de ahora se mueve menos la cámara a la manera de antes. Ahora se usa principalmente la steady cam, donde el operador lleva la cámara engancha a su cuerpo mediante un arnés que amortigua el movimiento indeseado de la cámara al moverse el operador. Esta steady cam aporta mucho movimiento en la imagen y el plano es más rápido de preparar. Los travellings de antaño (con raíles en el suelo) requerían de una precisión milimétrica en la preparación y no permitían la corrección de última hora, lo que hacía que pudieras tirar pocos planos de este tipo en un día de rodaje.

También podríamos hablar de que vivimos en una sociedad cada vez más fría y cínica, pero eso ya son análisis personales que no puedo argumentar. Se dice que el cine de ahora ha traído un nuevo lenguaje, una nueva manera de contar las cosas, pero sin embargo se ha cargado al género que más forma utilizaba. Espero que sea para bien, aunque visto lo visto en los últimos años, lo dudo.

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